Paula en Málaga

“Málaga nos sorprende cada día».

Björn Casajus vino por primera vez a Málaga en septiembre de 2019 para asistir a un curso de idiomas. Desde ese momento, la ciudad andaluza quedó grabada en su mente. «Poco después del curso, en el mes de diciembre, volví directamente con mi mujer Paula y mi hijo para pasar las vacaciones de invierno», explica. «El sol, la playa, el mar.… todo eso nos fascinó desde el principio y nos hizo querer vivir aquí una temporada».

En mayo de 2021, el deseo se hizo realidad y la joven familia alquiló un piso en un barrio de Málaga. Quieren quedarse todo el tiempo que puedan: «Al menos un año, si es posible dos, y con gusto más», dice Björn, que es de Hamburgo. El hecho de que él trabaje como reclutador para una agencia de contratación y que esto sea posible realizarlo desde casa, facilita mucho las cosas. «Mi anterior jefe no me habría permitido trabajar desde Málaga, allí no se hacían excepciones. Por eso, cuando mi actual colega y jefe me propuso contratarme para un startup para la que puedo trabajar a distancia, no me lo pensé dos veces y dije que sí”.

El horario de trabajo suele ser de 9 a 18 horas. Al finalizar, Björn suele ir a la playa, que está a cinco minutos del piso, con su familia. A veces, incluso durante la pausa: «Me siento bajo las palmeras y no puedo creer la suerte que tenemos», señala entusiasmado Björn. Algunos de sus clientes saben que trabaja a distancia, pero no saben desde dónde. Aproximadamente una vez al trimestre, Björn vuela a Hamburgo para reunirse con sus colegas o estar presente en la contratación de un nuevo empleado. Por lo demás, se hace mucho por teléfono.

Paula, la esposa de Björn, también trabaja en RRHH. «Con mi propia empresa, Cebraas Consulting, puedo organizar mi horario de trabajo independientemente del lugar». Desde el nacimiento de su hijo Henrik, Björn y Paula también disfrutan del tiempo en familia. La ventaja de Málaga: «Aquí podemos dar a nuestro hijo las herramientas que necesita: hablar alemán y español con fluidez, conocer otras culturas y explorar otros lugares», comenta Paula, que nació en Argentina.

El paraíso

En Málaga, la pareja disfruta del sol, el calor y la amabilidad de la gente. «Málaga ya tiene mucho de lo que se puede llamar el paraíso. Todavía nos sentimos como veraneantes aquí y es algo especial cuando puedes decir después del trabajo: ‘Vamos a la playa a comer pescado fresco’. Aquí la calidad de vida es diferente», dice Björn. Paula está de acuerdo: «Nuestro lugar es sin duda Pedregalejo. Fue amor a primera vista. El paseo marítimo, los restaurantes, los parques infantiles y las playas. Las noches cálidas son ideales para cenar en una terraza o disfrutar de una tapa con un buen vino».

Hay diferencias con Alemania, por supuesto, afirman ambos. «Hay cosas a las que cuesta acostumbrarse, pero eso ocurre en todas partes», explica Jens. «Para mí, el clima es sin duda una parte de la calidad de vida. Los residentes de aquí también son bastante abiertos de mente, a diferencia del norte de Alemania».
En general, señala, la organización de las autoridades en Alemania tal vez funcione un poco mejor y la forma en que la gente de aquí se ocupa del medio ambiente aún no está a la altura de Alemania. «Por otro lado, los parques y las zonas de juego están muy cuidadas. Pero en realidad todo está de maravilla. Ya veremos por dónde va el viaje, pero por ahora ha sido muy divertido», dice Björn. «Estamos contentos de vivir aquí y dejar que Málaga nos sorprenda cada día», asegura también Paula.

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